La Historia del Periquete

Recuerdos, críticas, anécdotas y quizá algo más...

Wednesday, September 06, 2006

Empecemos con algo


Dicen que todos tenemos un punto de vuelco en nuestras vidas; y si nadie lo dice, pues empezaré yo a decirlo. Nos casamos y nuestra vida cambia, a veces un trabajo nos hace viajar lejos y de igual forma nuestra vida cambia; nos enamoramos con locura y por ese amor hacemos cosas que terminan trastocando nuestra vida.
Muchas veces no somos conscientes de este cambio sino hasta mucho tiempo después, cuando ya el hecho pasó. Así mi vida sin darme cuenta empezó a transformarse el día en que me enteré que estaba embarazada. La verdad, desde un inicio entendía que tendría un hijo, pero no sabía que ello implicaba que me convierta en madre; y evidentemente ese es un cambio radicalísimo en la vida de toda persona.
Lo que hice fue vendarme los ojos, para no ver lo que a mi alrededor pasaba; el embarazo de una madre soltera es una cuestión bastante difícil, y me saco el sombrero (incluso ante mí misma) por aquellas mujeres que lo afrontan. Sea como fuere que pasó, cambió mi vida, y no me di cuenta sino hasta mucho tiempo después. Siempre me rehusé a dejar que las condiciones naturales del ser humano pudieran tener más peso frente a la capacidad de razonamiento. El hecho de que una madre, por su condición de madre, pueda dejar o sacrificar ciertas cosas por el bienestar de su hijo (incluso su carrera), a mí me parecía repudiable, ya que una persona por más madre que sea, debe siempre buscar el desarrollo personal, profesional, integral. Pero quién me dijo a mí que una cosa no lleva a la otra.
Claro, si hasta en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la palabra “embarazar” en uno de sus significados se define como: estorbar, interrumpir. Qué simpático ¿no? Que el proceso de traer un nuevo ser al mundo tenga si quiera en alguno de sus significados tal connotación. Pero bueno.
Hoy en día no dudo al decir que mi condición de madre me ha dado muchísimo más crecimiento que cualquier título universitario. Y valgan verdades fue toda una carrera, tuve muchísimas pruebas, muchísimos tropiezos; muchos momentos en los que tirada en el piso ya no quería levantarme más. Pero algo, alguien y “alguienes” me empujaron, y por ello hoy estoy donde estoy.
No he corrido mucho, pero he avanzado bastante; y no es sino hasta llegado un momento “x”, en el que vez tu vida tan cambiada que volteas a fijarte cuál fue el punto de quiebre, qué hizo el clic, qué produjo el vuelco ese. Definitivamente, todos tenemos respuestas distintas; sin embargo, hay algo en lo que podemos coincidir.
Es entretenido intentar buscarlo; yo sí siento que existe, porque evidentemente me siento una persona distinta a partir de este.
Siento que mis pisadas ahora se marcan, que mi respiración se oye, que decido con mayor rapidez y seguridad.
Algo que no noté sino hasta hace unos pocos días cuando una amiga (aparentemente bastante desarrollada en el plano profesional) me dijo que atravesaba una crisis existencial, es que desde que existe Arantxa no he vuelto a tener esas tan comunes crisis que me asaltaban antes con frecuencia. Es simpático, pero no lo había notado; no sé si es porque la vida misma no me da mucho tiempo de distraerme en tonterías, o si realmente esto de ser madre llena un vacío que sin darse cuenta uno tiene ahí dentro escondidito en algún sitio. A mí no me preocupa ya buscarle el sentido, simplemente me siento a disfrutar lo que me toca.

5 Comments:

At 11:27 AM , Blogger Ursula said...

Hola!, llegué por Jime, felicitaciones por tu nuevo blog...Es cierto que ser madre es una profesión que no se estudia en ninguna universidad, y es la más demandante, exigente y sacrificada de todas las carreras, pero también la que da mayores satisfacciones. No lo he vivido aún, ojalá pueda hacerlo pronto.
Besos, escribes muy bonito.

 
At 1:08 PM , Blogger Maricarmen.com said...

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At 1:37 PM , Blogger Marea said...

Yo también admiro a las madres y más si son solteras, qué valientes, yo no me atrevo ni a tener un perrito, soy una cobarde en ese aspecto pero la verdad es que nunca sentí el llamado de la jungla. La naturaleza es sabia y entiendo por qué piensas que un hijo llena un vacío. Yo pienso que es un reto grande vivir con hijos como vivir sin ellos.

 
At 8:57 AM , Blogger Patricia said...

Una amiga me dijo en son de broma "los hijos son cadena perpetua" y mirándolo de una buena manera es muy cierto, nunca más pensarás sólo en tí,todo lo que hagas será en función del bienestar de ellos, tendrás momentos en que quieras tirar la esponja( no se puede),pero también te darán grandes satisfacciones.
Disfruta a tu hijita en todo su desarrollo,porque más rápido de lo que crees ya la tendrás en la universidad.
Te felicito por tu valentía!!!
Saludos

 
At 8:52 AM , Anonymous Anonymous said...

Tienes tanta razón.
Ser madre te hace dejar atrás las cosas en el fondo de tu corazón sabes que en realidad no son tan importantes, y te abre los ojos a lo que realmente necesitas.
UN beso.

 

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